BAS JAN ADER UNA VIDA EN LA OLA DEL OCÉANO (50 años de su desaparición)
Por Fernando López Lage
"Quiero hacer una pieza donde me voy a los Alpes y hablo con una montaña. La montaña me hablará de cosas que son necesarias y siempre verdaderas, y yo le hablaré de cosas que son, a veces, accidentalmente verdaderas." [1]
Bas Jan Ader (Holanda 1942 - 1975?) vivió desde los 21 años cerca de Los Ángeles, aunque regresó a Holanda para exponer varias veces.
Estudió en el Otis College of Art and Design, donde conoció a su esposa, Mary Sue Andersen, la hija del director de la escuela. Cuando se casaron en Las Vegas, el artista usó un par de muletas para simbólica e irónicamente mostrar la fragilidad de lo institucional de la ceremonia. Realizó un postgrado en filosofía en Claremont antes de comenzar a dar clases de arte en Mount San Antonio College.
La historia de Bas Jan Ader estuvo desde sus primeros años inmersa en la tristeza. Su padre fue asesinado por los nazis en un pelotón de fusilamiento, junto a otros seis holandeses que albergaron judíos refugiados, el artista tenía apenas dos años cuando perdió a su padre. A los 19 hizo autostop hacia Marruecos, fue marinero de cubierta en un yate rumbo a EEUU.

Una nota de Los Angeles Times del 6 de enero de 1963, cuenta la llegada de BJA a los EE.UU, a bordo del velero Felicidad, después de viajar desde Marruecos hasta San Diego, con paradas en la isla de Martinica y el canal de Panamá.
Un
viaje de once meses que concluyó
cuando el destructor Blaine, de la marina de los EE.UU y con base en San Diego,
encontró y escoltó
hasta la costa el yate averiado y desabastecido de
agua y comida.
En el velero estaban el artista junto a su dueño Neil Tucker.
Previamente en la Academia Rietveld había reprobado luego de utilizar una sola
hoja donde dibujaba y borraba al finalizar los dibujos, para comenzar de nuevo.
La impronta incipiente de su obra ya estaba presente, Bas Jan Ader fue un
artista coherente, su vida y su obra están apegadas y la frontera entre su
creación y la vida misma borroneada.
La
estrategia conceptual de Bas Jan Ader mostró un
interés particular en la pérdida de
control.
Esta característica, algunos especialistas la asocian con sus traumas
tempranos.
Dejarse caer como consecuencia de la ley de gravedad o desaparecer o perderse son
pretextos para poder en cuestionamiento la otra cara de lo
heroico. Las especificidades masculinas,
blancas y europeas en su forma abstracta y operacional no son parte de la
agenda del artista. Existe una intencionalidad en su cuerpo de obra donde se
muestra la caída, la falla, la pérdida, como situaciones antagónicas del
patriarca colonialista. La razón no es protagónica, en su obra deja ver algunos
planteos como el descentramiento del orden y el progreso propuesto por el
racionalismo moderno. Ader se utilizaba a sí mismo como protagonista de cada una de sus obras y exploraba la
intensidad emocional de la contingencia, documentándola.
El riesgo, la caída y el fracaso eran temas constantes de su trabajo. BJA sentía un gran entusiasmo por la filosofía y
quería crear un arte sin artificios, un arte basado en verdades absolutas e
irrefutables como las matemáticas. No tenía nada
que ver, con una mentira que dijera la verdad. Su obra
llegó a algo completamente opuesto a este absoluto. Creo que su desesperación
ante esta inevitabilidad lo llevó a obras solipsistas en las que
afirmaba irrefutablemente ideas como «Toda mi ropa» o «Estoy demasiado triste para decírtelo.[2]


Sept. 13, 1970. I'm too sad to tell
you. Bas Jan Ader aparece llorando y muy triste.
Nunca declaró públicamente el
motivo del
llanto, es necesario saber que sí hubo un motivo, y que algunos amigos cercanos
conocieron la razón, a pesar de aunque nunca se hizo pública. Re escenificó y fotografió la tristeza, lo privado, lo íntimo al grado extremo. La tristeza fue real y mantuvo el artificio
melodramático al haber posado ante su
propia cámara mientras
lloraba. La
obra fue producida en varios formatos, una imagen frontal del rostro con lágrimas del artista: postal (la envió por correo), una película en film 16mm y como un obra
fotográfica editada. Cada versión tiene
un propósito
ligeramente diferente. La mayor parte de su trabajo
se mueve entre lo intensamente personal y lo inconmensurable sin llegar a ser narrativo.Fue un artista que murió con 33 años. Debe de haber
menos de 100 obras, incluidas los que pertenecen a coleccionistas. Hay un hecho
poco conocido Jackie Kennedy
Onassis compró uno de sus primeros
dibujos.

All My Clothes (1970), es una obra cuyo título enuncia cierta melancolía.Toda la ropa del artista aparece dispuesta cuidadosamente en el techo de su casa de Los Ángeles como si fuera el último vestigio que queda en la playa de un nadador que se metió en el mar. No sabemos si se está secando al sol, si llegó al techo como consecuencia de una tormenta. Hay en todas las obras de Bas Jan Ader una melancolía propia del romanticismo, pero que se percibe inadecuadamente, como fuera de época. El artista surge como un alma vieja que incorpora en medio del conceptualismo de los años 70, el espíritu de Caspar Friedrich.[3]

Light vulnerable objects threatened by eight cement bricks ( 1970). Bloques de cemento son suspendidos por largas cuerdas encima de objetos ligeros y frágiles como un ramo de flor es en un florero, almohadas, huevos, bombillas de luz, una torta de cumpleaños, hasta que BJA corta la cuerda. La performance interrumpe el suspenso, rompe la tensión. El bloque cae para aplastar el objeto que está dispuesto debajo.

Nightfall (1971)
Es un corto hecho en film 16 mm en el cual BJA destroza un grupo
de focos prendidos
tirándole bloques de cemento. Parece querer extinguir las ideas del arte,
las invenciones. La representación de la
idea y de la invención con la bombilla de luz es, actualmente, un lugar común,
pero la idea de aplastar la idea de la invención que se sostiene en la
fragilidad de una bombilla de luz, encarna el cuestionamiento de la narrativa
hegemónica moderna que se caracteriza básicamente por el valor de la invento,
el descubrimiento.
Sin título (Teaparty) (1972).Una serie de seis fotografías a color en las que el artista, vestido formalmente, está tomando el té al estilo inglés, debajo de una gran caja de cartón sostenida por un palo que apenas la sostiene en una de sus aristas. La cámara se aleja de nuevo y en el último cuadro el palo se salido y la caja se ha caído.El artista queda capturado bebiendo el té, con toda la platería como un ratón en una trampa. También esta obra tiene su versión en film performance 16mm, la caída, la fragilidad con la que la rama de un árbol cortada sostiene la caja, etc. se lucen en la imagen en movimiento.
Muchos especialistas han encontrado alusiones a la fiesta del té del Sombrero loco, después que Alicia cayó en el hoyo del conejo, de Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carrol.
Please don´t leave me es una frase quejumbrosa pintada en una pared, una lampara enfocando en el medio de la frase desde una escalera, una instalación de texto en la pared.

Thoughts Unsaid, Then Fogotten, la frase en la pared pintada a mano alzada está acompañada por un ramo de lirios semi marchitos, además
de otra lámpara que ilumina torpemente la frase sobre un trípode.

The boy who fell over Niagara Falls, 1972. El artista aparece sentado en una
silla, y apoyado en una mesa con una
lámpara, un vaso con
agua y una copia de Selecciones del
Reader's Digest. Durante la performance comienza a leer una
historia sobre un muchacho que sobrevivió una caída en las cataratas
del Niágara en un bote
pequeño. Acentúa la lectura de cada línea de la historia
con un sorbo de agua. Cuando la historia se concluye, el vaso está vacío, se levanta y sale de escena. La performance contiene todos los elementos que
identifican la obra de Ader, especialmente su uso ingenioso de la metáfora. Los sorbos de agua que caen por su aparato
digestivo como si fuera la catarata.

In search of the miraculous I, 1975. La exposición en la galería de Claire Copley [4] fue contundente para mostrar los intereses de Jan Ader. Una muestra de canciones del siglo XIX, una de las canciones incluía Una vida en la ola del océano de Henry Russell (1838). También una performance del coro de estudiantes de la universidad donde daba clases. Todo documentado por diapositivas, una cinta de audio, la tarjeta de invitación a la Galería Claire S. Copley, partituras de canciones marineras, boletín 89 publicado por Art & Project, Amsterdam, fotografías y material de la película Super-8 del lanzamiento del Ocean Wave. La fenomenología del espíritu de Hegel el mismo libro que Bas Jan Ader se llevó consigo en ese viaje final. In Search of the Miraculous, puede evocar los mitos antiguos de exploradores que se arriesgan a atravesar una tierra plana para caer por sus bordes, como un castigo por su exceso de orgullo. En una de sus blocks de anotaciones, BJA escribió la idea para una postal: Greetings from Beautiful Ader Falls. De manera más ominosa, también escribió: All is falling.


In search of the Miraculous II. Una serie de fotografías fijas constituyen esta segunda parte donde el artista aparece vagando en la oscuridad de la noche por las carreteras, callejones, colinas y línea costera de Los Ángeles con una linterna. Cada fotografía nocturna contiene un verso de una canción Searchin' de The Coasters de 1957, escrita a mano alzada por BJA. Un acto random, flaneur.

In search of the miraculous III. Finaliza la trilogía, aunque queda inconclusa. En esta última parte el artista a bordo de un pequeño barco llamado Ocean wave, intenta cruzar el Océano Atlántico. El concepto de esta pieza irresoluta fue la realización de un ejercicio físico, libre de la seguridad de la tierra, con el fin de acceder a un encuentro espiritual que pudiera entregar el romance de la supervivencia en su sentido más puro. Una excursión en solitario a través del Atlántico desde Massachusetts, hasta Falmouth, Inglaterra. Ader se embarcó en un velero de apenas 4m de largo en julio de 1975. El hecho de que Ader no pudiera completar el viaje tiene poco que ver con el éxito de un proyecto que nunca dependió de cruzar el Atlántico, sino de intentar hacerlo. Si bien la misteriosa desaparición de Ader parece una fábula, que ya se volvió un mito, es la conclusión de un proyecto que giraba en torno al riesgo de muerte. Planeó documentar todo el viaje. BJA emprendió el viaje el 9 de julio de1975; tres semanas transcurridas, y el contacto por radio falló.

Su hermano Erik Jan Ader, reportó: Alrededor del 10 de abril de1976 un barco pesquero español encontró su barco como a unas 150 millas náuticas al oriente del sur oriente de Irlanda. Se había volcado dos terceras partes, la proa apuntando hacia abajo. A juzgar por el grado de averío, parecía como que el bote había estado a la deriva en esa posición como por seis meses.
El
Ocean Wave fue
encontrado semihundido en el Gran Sol por el barco pesquero Eduardo Pondal, con base en el puerto de la Coruña.
El saber humano acepta que la realidad
de los objetos tiene
una manifestación siempre cambiante y huidiza. Y a
partir de este punto se inicia la dialéctica, algo clave en la
filosofía
de Hegel,
autor del libro con el que BJA emprende el viaje en la embarcación. El
artista era profesor en Irvine, la Universidad de California,
y muchos de sus estudiantes pensaron que su desaparición fue parte de una
performance radical. Pensando en todo su cuerpo de obra, la honestidad brutal con la que
la manejó, esa una hipótesis viable. Pero desde esta
idea se bifurcan dos posibilidades, una pensada desde la institucionalidad de
la obra de arte donde el hecho cultural está expresado desde una metáfora que
desde la ejemplificación alude a una idea; podría ficcionar su desaparición. La
otra desde un borroneado real del limite arte/ vida y que el resultado haya
sido liberado a la contingencia y no a la certeza de poder cruzar el océano con
dicha embarcación. Lo
mismo que pasaba con las otras caídas de sus anteriores performances. La
diferencia que el riesgo de esta contingencia oceánica era mucho mas
inabarcable.
Esta caída fue en el océano y no desde el techo de su casa. Nadie quiere pensar que esta obra tan perfecta, implica un suicidio. Por lo tanto la idea de que toda puede ser una farsa y que el artista viva bajo otra identidad también es viable. Al fin y al cabo la vida también puede dejar de ser para devenir en un otro milagroso que no implique la muerte, por lo menos algunos lo creen.

El
curador Brad Spence relata que en el
locker de Ader en la
universidad, tenía una copia del libro The
Strange Last Voyage of Donald Crowhurst.[5] En esa época, este texto parecía ofrecer una posible clave en torno a la
desaparición de Ader, ya que ofrece un recuento, no ficticio, de los intentos
del marinero por fingir un viaje solitario y sin paradas alrededor
del mundo y su posterior pérdida
de la razón y de la vida en el mar.Las lágrimas que caen en I'm too sad to
tell you, el agua que cae por su
garganta cuando toma del vaso en The boy who fell over Niagara Falls son partes de un
naufragio. El vaso con agua tiene la posibilidad íntima de ahogar a alguien así como
también la tiene el océano. El propio Ader no se preocupaba mucho por hablar públicamente de su
obra pero
cuando le preguntaban por la idea de las caídas, respondía: Porque
la gravedad me vence.
Las
caídas una serie de
películas y piezas
fotográficas conforman la fragilidad y
vulnerabilidad que se encuentran en el centro de gran parte de la obra de BJA.

Fall (I Los Angeles) (1970) es un cortometraje que muestra al artista cayendo de una silla en el tejado de su casa y rodando por la pendiente hasta el suelo.
Fall (II Amsterdam) (1970), muestra una vista, filmada a través de un canal, del artista en bicicleta circulando con cuidado por la calle y luego perdiendo repentinamente el equilibrio y desapareciendo en el agua. Ambas películas terminan abruptamente después del momento del contacto.


Westkapelle Holland (1971) muestra a BJA vestido de negro acostado en medio de un camino empedrado que conduce al faro que proporcionó uno de los puntos de partida para el ensayo de Mondrian en la abstracción. Uno representa solo al artista; en el segundo está acostado sobre una manta cuadrada y azul; en el tercero aparece un bidon de gasolina de plástico amarillo y en el cuarto se agrega una caja roja para crear una composición estática que alude a los colores primarios y al otro holandés Piet Mondrian.


Westkapelle Holland (1971), vuelve a representar una caída
mientras que el artista, de pie esta vez, se balancea y se inclina de lado en
un caballete, una referencia a la discusión de Mondrian con van
Doesburg por el uso de líneas diagonales de este ultimo. En
1917, los artistas abstractos holandeses, fundaron De Stijl.
Originalmente era una revista donde los artistas promovían sus
ideas, pero
pronto se convirtió en un
movimiento que promovía un lenguaje visual compuesto por formas geométricas
precisas líneas rectas, cuadrados y rectángulos y colores primarios. Mondrian se retiró de De Stijl en 1923, indignado por la adopción de elementos diagonales
por parte de Van Doesburg en su obra. Este quería añadir más variedad, movimiento y energía al movimiento, por lo que
desarrolló el Elementarismo, con
el que intentó
modificar el
dogmatismo del neoplasticismo de Mondrian introduciendo la
diagonal.
Mondrian se negó a aceptar esta ruptura con la pureza y la
precisión, y
continuó su camino, separado de De Stijl, hasta que se
estableció en Nueva York en 1940.

Primary Time (1974) y Untitled (Flower Work) (1974), que son piezas cinematográficas y fotográficas que representan la constante reorganización de un ramo de flores: amarillas, rojas y azules en un surtido mixto se intercambian y reconfiguran constantemente hasta que de repente se componen completamente de flores de un solo color. También fue una serie fotográfica en las cuales Ader, vestido con camisa y pantalones negros, se coloca ante un ramo de flores, en la imagen final de cada una de las tres hileras de fotos, se ve el ramo, cuidadosamente reacomodado, sólo con flores rojas, flores amarillas y azules.
¿Qué podría ser un acto estético más básico y adecuadamente "desinteresado" es decir, inútil que los arreglos florales? Se remonta a la época neolítica. Y me gusta la idea de que ese gesto creativo más humilde podría defender todos los demás, más grandiosos que hemos hecho.[6]
Ese espíritu, cara oculta de la guerra, también coincidía con la estrategia conceptual de BJA.

Gran parte del trabajo se compone de rituales que se llevan a cabo para cuestionar las expectativas puestas en lo masculino bajo la episteme heteropatriarcal e imperialista. Su obra oscila entre una deconstrucción y una mímica del héroe. Su propuesta no ha sido muy contemplada todavía en la escena artística. Una especie de producción y actuación de su propia tragedia; que enciende una luz sobre las distintas masculinidades.
Este año 2025, sin una fecha especifica se cumplen 50 años de su desaparición física, a pesar de ser declarado muerto, su cuerpo nunca fue hallado.
