La hija autómata de Descartes
Por Fernando López Lage

1°) El golem
La conciencia del animal humano parece ser el resultado del encuentro entre el adentro, lo interno y el mundo exterior. Esta característica nos ha diferenciado claramente de las máquinas, que parecen no tenerla y ha ayudado a definir hasta ahora, la esencia humana. Actualmente para algunos, Internet suplantará el sistema nervioso hasta tal punto de provocar emociones y estos desarrollos de software complejos no parecen tan lejanos. El antropocentrismo que viene atravesado por múltiples sesgos, fruto de la colonialidad y la tradición judeocristiana (racismo, sexismo, desigualdad), también carga con la sospecha hacia la tecnología.
Desde la mitología que fue configurando las bases de la modernidad de Occidente, existen variadas instrucciones morales que a lo largo de los siglos van quedando como un sustrato incuestionable.
En la tradición judía del golem, un rabino cabalista descubre cómo Dios hizo a Adán y a partir de esto le da forma con arcilla a un nuevo ser que se quedó atrapado porque no podía tener alma. Mas adelante descubren que si le escribía en la frente: emet (la palabra para la verdad y la fidelidad que describe a dios en la Biblia), cobraría vida. Así cuentan que es el nacimiento del golem, un ente que se sale de control por haber burlado la voluntad de la naturaleza y de dios. El rabino cuando se da cuenta del descontrol, borra el emet de la frente del golem y deja que se desintegre, que la arcilla se haga polvo.
Gustav Mayrink en 1915 publica Der Golem, una novela basada en la mitología donde el rabino cabalista Loew de Praga, crea esta figura de arcilla y animada como una defensa divina para los judíos. Cuando estos comienzan a instalarse en Praga en el siglo X, fueron víctimas de las cruzadas que causaron los primeros progromos, cosa que hizo que el gueto de Praga fuera amurallado.
Este golem - artefacto de arcilla- se escapa del control de Loew provocando catástrofes. Surge tangencialmente la idea del autómata, al que Maurink le asigna en la novela una secuencia de errores trágicos.
El costo supera al beneficio en la creación de un golem, y esto puede ser relativo al automatismo, a la incapacidad del ente para la interpretación de los mandatos. Cuando la esposa del rabino manda al golem a sacar agua del río, el golem saca tanta agua que provoca una inundación en la ciudad.
La novela seguramente haya sido influenciada por "Frankenstein" de Mary Schelley, que sigue relacionándose también con "Prometeo encadenado" de Esquilo.
La instrucción parece clara, la voluntad de dios es inapelable, y si se cruza esa frontera, se produce la catástrofe y lo monstruoso. Incluso en nombre de la ciencia o de la tecnología el resultado será infernal. Las consecuencias morales de las mitologías en la vida contemporánea parecen continuar, aunque existen pensadores que han abierto brechas que filtran ese sesgo del antropocentrismo para desarticular el embrollo.
El argumento de la limitación de la inteligencia y la falta de capacidad para enfrentarse al mundo con sentido, sigue siendo una de las premisas de la construcción de sistemas inteligentes de la cibernética.

El golem, Gelatin, 2017.
Minsoo Kang(1), en Sublime Dreams of Living Machines, traza la ambivalencia hacia todo, desde golems y patos mecánicos hasta robots y cyborgs. Y desde allí surge un relato que no ha sido comprobado del todo, pues es una fábula deformada por los enemigos; y asimilada cuando se trata de cuestionar el yo o el alma que diferencia a los sujetos humanos de los no humanos: la hija autómata de Descartes(2).

Retrato de Minsoo Kang.
2°) Francine
La fábula cuenta que René Descartes construyó un autómata con la forma de una niña/ muñeca. El mito se origina en el período moderno temprano, pero ha reaparecido en la década del 90 del siglo pasado, en escritos sobre historia, filosofía, ciencias, cibernética, cine, etc.
Descartes viajaba camino a Holanda o a Suecia en las primeras décadas del siglo XVII con la niña/ muñeca contenida en un baúl junto a sus pertenencias. El capitán del barco encontró la niña autómata y aterrorizado por sus movimientos mecánicos, luego de una pelea cuerpo a cuerpo con el filósofo, la arrojó por la borda.
Algunos especialistas opinan que Descartes hizo la autómata para demostrar sus ideas sobre Fisiología, que el cuerpo funciona como una máquina y que los animales y otros no humanos, son autómatas sin alma.
Otros han afirmado que el autómata era un sustituto de su fallecida hija Francine. También han descrito la historia como obscena, al ver indicios de una relación sexual entre el filósofo y su compañera artificial.
Mas allá de las peripecias del relato, la filosofía de Descartes rechaza cualquier cuestionamiento a los fines naturales. Como devoto católico, su teología insiste en la libertad absoluta del acto divino.
La mayoría de los relatos dicen que el capitán del barco había revisado las pertenencias del filósofo, porque sospechaba que Descartes era un secuestrador y cuando descubrió la autómata pensó en magia diabólica o que estaba causando la tormenta por la que atravesaba el barco.
La aproximación actual a la teoría de Descartes se ve en el protagonismo contemporáneo de la racionalidad científica y la tecnología. El filosofo, físico y matemático francés, no inventó por sí solo estos rasgos definitorios de la modernidad, cuyos fundamentos pertenecen a una época incluso anterior. Junto con Copérnico, Galileo, Bacon, Descartes fue una de las figuras clave en la formulación de la llamada Nueva Ciencia que estaba destinada a reemplazar el modelo contemplativo de ciencia heredado de los griegos. Las cuestiones planteadas por las posibilidades de la inteligencia artificial, la realidad virtual, la robótica avanzada y la convergencia biodigital apuntaban a cuestiones que potencialmente interesaban a Descartes.
Un cuerpo muerto es diferente de un cuerpo vivo, tanto como un autómata u otra máquina cuando deja de funcionar.
En Las pasiones del alma(3) (en realidad hacía referencia a las emociones), desarrolla como estas podrían ser perjudiciales para el sentido del buen pensar. Sostuvo que las pasiones no son dañinas en sí mismas, sin embargo para proteger la independencia del pensamientos y comprender la realidad es necesario conocer las pasiones y aprender a controlarlas. También es necesario dominar la separación que existe entre lo físico y la mente.

"Wooden Daughter" Ilustración para Newness, 1932.
Descartes tuvo una hija llamada Francine que nació en 1635. La madre fue Helena Jans, una criada de la casa de Thomas Sergeant, un librero y profesor de francés que acogió a Descartes en su casa. Este es el único caso conocido de una relación íntima con una mujer.
Descartes reconoció su paternidad, y es posible que haya vivido con Helena y Francine en Leiden de 1636 a 1637. Algunos biógrafos presentan a la hija de Descartes y Helena, como su "sobrina" ya que era una hija concebida "fuera del matrimonio".
En septiembre de 1640, la niña se enferma de escarlatina y muere durante los arreglos para enviarla a Francia a educarse y aprender el idioma. Algo que se transformaría en un dolor irrecuperable para el padre.
Otro factor importante en la popularización de la historia es el impacto del género de ciencia ficción en la cultura en general.
Muchos trabajos recientes sobre teoría poshumanista han utilizado temas de la ciencia ficción popular para explicar sus ideas, sobre todo películas como Blade Runner (1982), The Terminator (1984), The Matrix (1994) y Ghost in the Shell. (1995), Ex Machina (2014) o la serie Black mirror (2011- 2025- ). Los replicantes, los cuerpos transplantados, los androides inteligentes y emocionales, son modelos que responden a la característica del autómata.
En el contexto de este siglo XXI la leyenda puede leerse como una especie de guion de ciencia ficción, con René Descartes como un Frankenstein, o un Rotwang, el constructor del robot femenino en la película Metrópolis (1927) de Fritz Lang.
Para Descartes el cuerpo debería considerarse como un dispositivo mecanicista, un autómata construido por dios. Un ser humano es una máquina dotada de un alma inmaterial, contrariamente al animal que no tiene alma.
La habilidad del hombre decía, puede construir con muy pocas partes unos de estos entes sin alma, a diferencia de la gran cantidad de huesos, músculos, nervios, arterias, venas, órganos, células y todas las partes que se encuentran en el cuerpo de cualquier animal.
En el mito de Pandora, los dioses del Olimpo se vengan de los humanos y de Prometeo. El castigo fue ofrecer un regalo a Epimeteo, hermano del semi dios griego : una mujer artificial para que fuera su esposa. Ella era Pandora, era una humanoide avanzada que estaba destinada a ayudar a la humanidad, sin embargo terminó cometiendo un error que trajo el caos al universo: abrió la caja de todos los males.
La cultura occidental ha estado muy influenciada por la mitología griega. Mitos como el de Pandora nos ayudan a comprender por qué Occidente puede ser más temeroso ante la IA. Los antiguos griegos nos advirtieron y sus mitos son la razón por la que se les teme. Las representaciones del arte clásico fueron las que impulsaron desde el poder de las imágenes esas instrucciones morales. Un conjunto que modela lo epistémico y su violencia oculta.

Pandora, Dante Gabriel Rossetti, 1871
3°) Maquínico
El nuevo Descartes ha sido retratado como un pensador proto cibernético que anticipó muchas de las preguntas de hoy.
La ontología orientada a los artefactos está completamente afectada por el ataque de los nuevos realismos al correlacionismo kantiano. El filósofo francés Quentin Meilleuseux(4), plantea el término correlacionismo, entendido como una corriente que sostiene que no tenemos mas acceso que a la relación entre pensamiento y ser, y nunca a estos términos tomados separadamente.
El realismo especulativo se presenta como una metafísica del acceso a las cosas en sí mismas, o de los aspectos absolutos de las cosas, conocer la cosa en sí es conocer la cosa sin mí.Desantropocentralizar, por lo tanto es sacar del medio la supremacía humanista para entender la realidad.

Blind gestures, Nicolas Lamas, 2017.
Este proyecto ataca directamente la mirada clásica de los artefactos, en la que estos son constitutivamente dependientes del sujeto y sus propiedades creadas. El común denominador del correlacionismo, dispara diferentes formas y pensadores, que re formulan la ontología antropocéntrica desde un cuestionamiento a esa forma de abordar los saberes.
La ontología orientada a objetos (OOO) de Graham Harman(5), sostiene que los objetos existen independientemente de la percepción humana y no se agotan ontológicamente en sus relaciones con humanos u otros objetos. Todas las relaciones, incluidas las que existen entre no humanos, afectan sus objetos relacionados de la misma manera básica que la conciencia humana y existen en igualdad de condiciones ontológicas entre sí.
Levi Bryant(6) por su parte ha explorado un concepto más pertinente para caracterizar aquello que Graham Harman llama objeto, y ha encontrado en la noción de máquina ese elemento teórico. Con esta noción intenta evitar el sesgo antropocéntrico de la noción de objeto, que evoca la presencia de un sujeto para entenderlo de forma binaria.
Bryant desarrolló una Ontología orientada a las máquinas (OOM) y argumenta que el ser está compuesto completamente de máquinas o procesos. La máquina es simplemente un cuerpo que funciona como un cuerpo independiente y que no se define por sus cualidades secundarias. Ser es hacer, operar, actuar. Bryant asume que la singularidad ontológica de esas operaciones demanda una ontocartografía, un mapeo de asociaciones conceptuales sobre la máquina. Cuando Bryant habla de máquina no se refiere a un tipo específico de objetos, sino a todos: máquina es cualquier entidad, material o inmaterial, corpórea o incorpórea, que exista. Entidad, objeto, existencia, sustancia, cuerpo y cosa son todos sinónimos de máquina.
Tampoco limita su ontología a las máquinas artificiales o técnicas, sino que expande el concepto hasta hacerlo omniabarcante.

Uunwelt, Pierre Huyghe, (2018- )
La naturaleza o el ser no consiste en nada más que micro y macro máquinas a menudo envueltas unas en otras, aprovechando los flujos de material de otras máquinas y produciendo flujos con nuevas formas. Las máquinas no son siempre rígidas. Levi Bryant define a las máquinas rígidas como aquellas que poseen un funcionamiento rutinario, incapaz de aprender, crecer y desarrollarse como los automóviles, computadoras primitivas o quizás un golem, o un autómata renacentista.
Bryant incorpora a los seres vivos a su definición de máquina, pero también enriquece la concepción de las máquinas técnicas en las que se inscriben los actuales machines learning digitales.
El artista francés Pierre Huyghe(7) en su instalación Uunwelt solicitó previamente a participantes a mirar o pensar en imágenes de formas de vida, herramientas, máquinas, obras de arte y otras entidades mientras sus cerebros eran escaneados por una máquina funcional de resonancia magnética (fMRI) en el laboratorio de la Universidad de Kioto.
Estos escaneos fueron luego alimentados a una red neuronal, un software informático que los interpretó comparándolos con una base de datos de imágenes tomadas en el mundo real. Es cierto que esas máquinas poseen aspectos inmateriales, pero la materialidad es una contingencia desde la OOM, pues también existen muchas máquinas inmateriales desde esta perspectiva, como las obras literarias y las formulaciones del lenguaje o del habla.
Asociar la existencia de las máquinas a un diseñador intencional es caer en una posición correlacionista y antropocéntrica, que encierra el mismo peligro antropométrico que el término objeto y además no todas las máquinas son diseñadas intencionalmente.
El término máquina, también nos lleva a pensar en una persona, un ser racional, o gente que diseña y fabrica la máquina. Todo camino a la existencia de una máquina artificial es el resultado de una negociación en algunos casos colectivas, en otros individual entre las intenciones del constructor y la materia que condiciona su realización. Y el material tiene sus propios agenciamientos que no siempre definen un camino determinado.
La máquina en sí misma termina contribuyendo al diseño de una manera no entendida por el diseñador. Levi Bryant postula un co-trabajo entre la intención y las características materiales y operativas de la máquina. Las máquinas no tienen un propósito o uso, sino que toman un propósito o uso cuando están estructuralmente acopladas a otras máquinas; son transcorporales, los cuerpos se afectan y son afectados mutuamente.