Titivillus
Por Fernando López Lage
Los objetos en sus variaciones y multiplicidades podrían ser tan reales como auténticos y no tener jerarquías unos sobre otros. Sin embargo no podemos todavía, deshacernos de la idea de que todo lo que conocemos esté signado por la razón y el conocimiento humano. Un objeto es todo y cada cosa que existe; animado, inanimado, humano, no humano, terrestre o extraterrestre, micro o macroscópico, etc. Aunque la referencia a lo que existe aparentemente es tramposa, podríamos generar una hipótesis que enfatice la idea de que esas existencias son todas diferentes y no tienen prioridad una sobre otra. Esto nos lleva a un ejercicio de pensar que se opone al antropocentrismo. Es una premisa que coloca a los sujetos humanos en una categoría nueva, una formulación para desactivar la supremacía del Hombre sobre lo que nos rodea y clasificamos. Los animales humanos y no humanos no son la culminación de nada, ya que todo es parte de un ensamblaje aleatorio, que no tiene un sentido especifico, ni una intención de trascendencia. Los objetos por lo tanto existen mas allá de las proyecciones humanas, mas allá de la co relación del saber humano. Las cosas bajo interpretación racional quedan por fuera del ejercicio. En las contingencias surgen las mutaciones imprecisas y sin lógica. Borrones y escrituras que muchas veces recuerdan a los copistas encargados de mantener los libros previos a la invención de la imprenta. Algunos de estos monjes o frailes no sabían leer y muchas veces copiaban los textos solo guiados por la magnifica caligrafía y las formas de la escritura. Muchas veces cometían errores que alteraron el sentido de muchos textos.

Kader Attia, Demoncracy, 2010.
Esa relatividad en la narrativa proveniente de la Baja Edad Media, está sesgada y sumergida en la falla de algunos de los copistas medievales. Titivillus es un ser demoníaco responsable de esas faltas u omisiones en los textos de los copistas. Al menos se lo adjudicaron así varios investigadores e incluso pintores. Los copistas mas despistados y vagos han abreviado misas o confundido palabras como amén por amor. Se creía que este demonio Titivillus, robaba los errores y los registraba para acusar a los escribas en el juicio final. Éste personaje no solo se asociaba con errores de escritura, sino también con errores al hablar, como la mala pronunciación, el tartamudeo y la falta de atención durante la misa. Lo describen como un ser que buscaba llevar almas a la perdición mediante los errores cometidos por los humanos.

El Bosco, San Juan en Patmos, 1489 (o después), Alemania.
También podrían sufrirlo las imágenes de la pintura de esa época fundacional para Occidente ya que se basan en la narrativa bíblica. No hay ningún demonio asociado los errores del imaginario, si podríamos pensar que aquellos grandes maestros que pintaron fragmentos, palimpsestos, borrones y acciones bíblicas, lo hicieron muchas veces de un modo inexacto o equívoco.
El Bosco pintó a San Juan Evangelista en Patmos (1) aproximadamente en 1505. Se cree que el diablo en la esquina inferior derecha de la obra, con rostro humano y cuerpo de insecto es Titivillus. Aparece robando el tintero de San Juan con una herramienta similar a un rastrillo.
Un hecho a destacar es la coincidencia histórica de la fabricación de los espejos de peregrinación que producía Gutenberg (2), previo a su invención de la imprenta en los albores del Renacimiento. Estos espejos de mano hechos de metal, se les vendía a los peregrinos para utilizarlos cuando visitaban lugares sagrados. Estos espejos podían capturar la luz o bendición de las reliquias religiosas expuestas en estos lugares, sirviendo como recuerdos y amuletos protectores. Es destacable porque estamos ante la inminente aparición del espejo industrial propulsor de nuevas formas de representación y utilidad en el ejercicio de pintores. Sobre todo hay que destacar el uso de la herramienta en las pintoras, que no accedían al modelo vivo de la academia y usaban su cuerpo en el espejo para encarnar escenas de la mitología.

Hito Steyerl, How Not to Be Seen: A Fucking Didactic Educational.mov File (2014)
Entre ellas: Lavinia Fontana, y más adelante Artemisa Gentilleschi.
La expansión del conocimiento a través de la imagen y de los libros se encarna, el espejo y el libro tienen mucha presencia aún en el siglo actual.
En el comienzo del siglo XVI, la unión del espejo y la imprenta produjo más de 350 libros que tenían títulos que aludían a los espejos.
El humanismo comienza a expandirse y el espejo configura junto a la cultura del libro, la imagen y los saberes que se desprenden de ella. En esa época la isla de Murano cerca de Venecia, conocida durante mucho tiempo por su cristalería, se convirtió en el centro europeo de fabricación de espejos.
El espejo y la imprenta siguen siendo parte de la configuración humanista y moderna.

Joan Jonas, Mirror Piece I & II, performance Middelheimmuseum, 1969-
Volviendo al principio del texto y al tema de los objetos, éstos son diferentes entre sí y también para sí mismos, difieren en sus relaciones y en sus propias formas de exhibición. Incluso en su tiempo porque no son igual en este momento que ayer. Todos los objetos se afectan bajo de mirada humana: proxemia, kinesia y cronemia, pero fuera de nuestro control y mirada, no se corresponden en el espacio, en la comunicación no verbal o temporal, ni entre ellos ni a si mismos. Incluso cuando nosotros sujetos nos ponemos bajo nuestra propia mirada. Pero seguramente todos huyen de cada relación y de cada estado y solo los seres vivos habitamos un ensamblaje donde la convivencia y la cohabitación formula una ontología interrelacional. Compartimos la misma categoría que lo no humano, que lo asible, lo inasible, que lo micro y macro, lo vivo o muerto, lo virtual o físico, que lo abstracto o estratosférico, etc.
Podemos entonces crear otra premisa que revele una ética de los objetos que a su vez es un objeto ético, que produce múltiples agenciamientos, una ontoética pluriversal que atraviesa todo el macro ensamblaje de objetos.
La inadecuación de lo real con las premisas humanistas es lo que se asimila con lo weird. Mark Fisher propuso que esa inadecuación produciría una inflexión que cuestione la materia de lo que llamamos naturaleza.
Eso que está allí "aparte de los humanos", es un reflejo torpe y repetido del edén bíblico. La referencia es a todos los objetos incluidas todas las materias, las energías, fluctuaciones, lo inasible, imperceptible, incluso eso que habita en el vacío, etc.
La noción de lo weird funciona en la ciencia ficción como un énfasis en la confrontación entre el saber científico de la modernidad y las nuevas posibilidades de las cosmogonías otras y ante todo de hibridación.

Jordan Wolfson, Figura femenina, 2014, escultura mecánica, audio, espejo.
Los mellizos Igor y Grichka Bogdanoff a mediados de los años setenta tuvieron un exitoso programa en la televisión francesa. Desde una escenografía futurista, estos personajes hablaban de temas científicos y de ciencia ficción. La mitología que los rodea surge a través de la múltiples cirugías estéticas que se hicieron en las caras que los transformó en personajes que parecen de las pinturas de George Condo y también de la publicación de artículos científicos en revistas especializadas sobre el origen del universo, sobre los agujeros negros y sobre física cuántica. El New York Times publicó un artículo en 2002 que tituló ¿Genios o farsantes?, citó al Dr. John Baez especialista en física cuántica de la Universidad de California: "Si algo se puede sacar en limpio de todo este episodio es que los Bogdanoff no tiene idea de cómo funciona la física(3). Cuando les preguntaban por sus caras transformadas negaban cualquier tipo de cirugía estética. Su apariencia era parte de un permanente experimento performático y televisivo. Tuvieron una vida pública que transitaron simbióticamente, entre la realeza europea de la que eran descendientes y lo mediático de la televisión francesa. Fueron negacionistas de la pandemia COVID- 19 y militantes antivacunas. Fueron protagonistas de memes y de criptomemes, transitaron el mundo del mercado volátil hasta el final de sus días. Paradójicamente el virus fue lo que desencadenó la muerte de cada uno, con cinco días de diferencia a fines de 2021 y comienzo de 2022.

Igor y Grichka Bogdanoff (1976-2022)
La igualdad de los objetos consiste en su constante estado diferencial, siendo su coexistencia también extraña, es decir los objetos siempre extraños para sí mismos, lo son también para los otros.
Los hiperobjetos.(4) que define Timothy Morton no se pueden representar porque no tenemos una imagen completa de ellos, son imprecisos y descentrados. Solo nos permiten percibir la realidad en diversas escalas y reflexionar sobre aquello que sucede a través de varios niveles por ejemplo: la globalización, el calentamiento terrestre, el espacio exterior. El hiperobjeto de Timothy Morton no es una metonimia.
A pesar de que ambos conceptos involucran una relación entre una parte y un todo, la metonimia utiliza una cosa para representar otra relacionada, mientras que un hiperobjeto es una entidad física tan vasta en tiempo y espacio que es imposible de percibir en su totalidad. La perspectiva humana de las cosas es aparentemente siempre insuficiente, y ademas sesgada. Cada individuo y su cosmovisión matiza lo transcendental, lo cultural, lo lingüístico. Los valores universales que se siguen aplicando desde las creencias han sido implantados desde 1492 de manera continua y firme, en nombre del progreso y el orden. Los valores universales aluden a ideas de Isabel la Católica y sus ansias de expandir la buena religión por el mundo a través de la violencia de la conquista. No vamos a entrar en detalles de estos sucesos, pero todavía el planeta es centro de conflictos armados y desigualdades, de racismo, sexismo, y todas las violencias epistémicas de la colonialidad.
A medida que los artistas y pensadores del siglo XXI se preguntan cómo cohabitar en un planeta dañado, conceptos germinales se están expandiendo y transformando mientras que la toxicidad ambiental corrompe los límites y las interdependencias y nos pone alerta.

Diann Bauer, Change Nature. 2016.
La biología y los cuerpos no son tampoco un destino en sí mismos, porque pueden ser transformados por la tecnología. Surgen así premisas renovadoras que contradicen la naturaleza antropocéntrica.
Las Xenofeministas de Laboria Kubonics (5) a través de su manifiesto y el libro de Helen Hester, cuestionan la naturaleza romántica del embarazo y del parto, como propiedad innata del ser humano, específicamente de los cuerpos embarazables. Desarticulan desde una nueva ontología el valor excelso a la reproducción que coloca a estos cuerpos en un lugar que replica un orden generador de vida. Plantean que: Si la naturaleza es injusta (para las personas que sostienen el embarazo, deforman su cuerpo, paren con dolor, arriesgan su vida, etc), cambiemos la naturaleza. No proponen fórmulas para renovar la justicia, el sistema jurídico o institucional de la reproducciónsino que proponen desarticular el componente antropocéntrico que obliga a las personas con cuerpos embarazables a ser la matriz de la vida universal.
Lo cuerpo humano está invadido en su esencia orgánica por el artificio, lo sintético. Lentamente va quedando obsoleta la soberanía del esencialismo, y su dualismo alma/ cuerpo.
La nueva naturaleza humana ya está compuesta por partes artificiales, el cerebro ya las ha incorporado como parte de la nueva sensibilidad.
Existe una nueva sensibilidad que habita en la memoria donde la experiencia real y la virtual confluye. Ha comenzado a integrarse en la memoria humana un número de experiencias que tienen un origen virtual, y se han sedimentado como recuerdos que no han sido físicos. La vivencia que propone la realidad virtual se acumula como parte de la historia del sujeto. Lo artificial traspasa el límite del cuerpo y se instala en la memoria como una forma de realidad nueva. Un nuevo agenciamiento donde el objeto produce mutaciones entre la carne y la tecnología del silicio, por ejemplo el sexo en la realidad virtual es reconocido por el cerebro como parte de una experiencia del cuerpo.
El azar, lo errático, lo impreciso de la vivencia humana, comienza a ser desplazado por ensamblajes entre objetos sin categorizar, máquina, chips, software, cerebro, etc. La forma de co habitar el mundo contemporáneo se ve intensificada por el borroneo del límite, el conocimiento del sujeto sobre las cosas del mundo, no es mas que un objeto que se suma al entramado de otros objetos inhumanos.
El humano a través del telescopio Webb pudo fotografiar la galaxia Sombrero. Este descubrimiento de los astrofísicos de la NASA, calculan que la galaxia pesa 800.000 soles, y así otra vez el conocimiento humano demuestra la insuficiencia para entender el universo.
En la imagen infrarroja media del Webb de la galaxia del Sombrero, también conocida como Messier 104 (M104), el núcleo brillante característico que se observa en las imágenes en luz visible no brilla, sino que se revela un disco interior liso. La nítida resolución del MIRI (Instrumento de Infrarrojo Medio) del Webb también destaca los detalles del anillo exterior de la galaxia, proporcionando información sobre la distribución del polvo , un componente esencial de los objetos astronómicos del universo. El anillo exterior de la galaxia, que aparecía liso como una manta en las imágenes del Telescopio Espacial Spitzer de la NASA , muestra por primera vez intrincados grumos en el infrarrojo (7).
